Pejiño y Marc, fiesta en el derbi. /
fútbol – segunda división
El gaditano disfrutó de la noche perfecta que deseaba y necesitaba. Fue héroe y justiciero en el derbi, en un partido que lo puso en órbita
estaba caminando
pejino sorprendido por su situación. Maltratada la temporada pasada por las lesiones y el calvario ya olvidado, este curso ha afrontado su propia revalidación personal. La culata de sus botas nunca se fue. En efecto, pocos jugadores con tanta calidad en Segunda como el de Barbate. Solo
necesitaba una oportunidad y plena confianza para volver a volar.
Y
ante el CD Tenerife (3-1)en Gran Canaria bailó al ritmo de su música. Escenario y rival donde exhibir todo su poderío. El gaditano nunca se escondió. Tocado por una varita mágica y elegido como uno de los virtuosos, con su propio Messi corta hacia dentro buscando el ángulo para amartillar el cañón, Pejiño descuartizó al conjunto tinerfeño.
nadie pudo detenerlo hasta que, «por precaución», abandonó el campo a la hora del partido para dar paso a las piernas frescas de Marin Park. Era su gran noche. Héroe y justiciero en un choque que lo pone en órbita. Quién puede quitarse de en medio: el cohete Pejiño está aquí de nuevo.
Le costó entrar en el lateral andaluz. Sin ir más lejos,
el derbi fue su cuarta apertura en 17 juegos que ya han competido en el campeonato regular. Unos números cuestionables y que muchos sectores de la afición no entendían. Además, a Pimienta siempre le preguntaban en la sala de prensa por qué Pejiño ya no jugaba.
Cierto es que se perdió las dos primeras jornadas del campeonato nacional arrastrando una sanción de la federación tras ser expulsado en el partido de vuelta del playoff de ascenso ante el Tenerife. El gaditano quería vengarse de los de la isla opuesta. Y lo logró, con un doblete para celebrar su regreso a la propiedad, puso a Las Palmas nuevamente en el camino hacia el triunfo, cerró el fin de semana y el día en
plazas de ascenso directo en Primera Divisiónporque la UD ya es segunda tras el pinchazo del Burgos.
Con toda,
Pejiño recuperó la sonrisa. Necesitaba una reunión como esta. Me siento resolutivo, un futbolista superlativo, eso es. La temporada pasada, hasta su lesión, fue el máximo goleador de los giallorossi con cinco goles y nadie pudo parar sus embestidas. Ante el Tenerife todo volvió a la normalidad porque García Pimienta por fin se atrevió a alinearle desde el inicio y poner patas arriba el fútbol de la Unión Deportiva ante el vértigo y el descaro de los 24 del equipo insular.
De hecho, el técnico catalán le reconoció en sala de prensa halagando el descaro del atacante y destacando el gran juego que había hecho sobre el césped.
«No nos vamos a enterar de Pejiño ahora», dijo Pimienta. El Barbateño también entró en la historia del derbi, pues con su doblete incorporó al club de los bigotes amarillos ante el CDTenerife. Había llovido desde entonces, como nadie lo había hecho desde el año académico 1997-98. Narciso, Pepe Juan, Padrón y Ángel Merino cierran la lista.
El cambio se debió a una abundancia de precaución.
Sin riesgo. El propio Pejiño reconoció, al final del partido y tras decir que el Tenerife había «golpeado», que
su sustitución en el minuto 62 era simplemente para la prevención. Estará preparado, salvo punto de inflexión total, para la doble salida de la UD en tierras asturianas, donde medirá espadas ante el Sporting de Gijón, primero, y el Oviedo después en la jornada semanal. Y no verlo en el once sería extraño.