En Canarias, la pobreza se ha «intensificado». Según el director de Cáritas Diocesana, Gonzalo Marrero, “la provincia de Las Palmas como la de Santa Cruz de Tenerife están de acuerdo. Hay una intensificación de la pobreza, es más duro, más intenso y crónico».
El memorando de 2022 de la ONG lo destaca. El Instituto Provincial Las Palmas atendió a 28.487 personas. La cifra supone un 35% menos que el año anterior, el segundo de la pandemia, cuando alcanzó los 51.186 usuarios. pero es 15% más que en 2019, era pre-covid. Entonces, “¿se acabó la pobreza y la exclusión severa en 2022 en Las Palmas?”, preguntó Marrero. Y la respuesta «no» porque en realidad «hay un aumento del 15%, que son 3.400 personas más», dijo.
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Tres perfiles que se «consolidan»
Además, Marrero aseguró este lunes en rueda de prensa: «se consolidan tres nuevos perfiles: Primero, mujeres solteras con menores bajo su liderazgo, que no sólo se consolida sino que aumenta. el segundo de trabajadores pobres. Vivíamos en un país donde creíamos que el ascensor social estaba consolidado. Cuando tenías un trabajo y un salario podías ascender en la escala social. Pero ahora hay un aumento de personas que trabajan, pero siguen siendo pobres. Y el tercer perfil es para personas mayores solitarias y vulnerables. Están abandonados, sin recursos.
Esta situación, “de aumento del número de personas atendidas y de la intensidad de los pobres que atiende Cáritas, está provocando un mayor estrés asistencial y de gestión a nuestros operadores y voluntarios. Necesitamos más financiación de las administraciones públicas y de las personas que donan a Cáritas. Si no hay aumento, no podemos llegar a todas las personas, deberíamos establecer líneas rojas. No podemos hacer más de lo que podemos y centrarnos exclusivamente en las personas más pobres y vulnerables». Marrero estimó la pérdida en 1.350.000 euros más.
Los que «no lograron superar la crisis»
Por su parte, la secretaria general de Cáritas Diocesana, Caya Suárez, añadió que «la realidad es que La pobreza severa aumenta y empeora. No se abordan los índices de pobreza estructural en Canarias. La pandemia deja más pobreza y exclusión social porque se ha intensificado y agudizado entre las personas que no han logrado superar las crisis.
Gonzalo Marrero (i), José Mazuelos (c) y Caya Suárez.
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Suárez insinuó que en estas personas “Confluyen simultáneamente varias situaciones, como la precariedad laboral, o la falta de ingresos, las dificultades para acceder a la viviendamala protección o insuficiente cobertura de los recursos públicos”.
Impacto en la salud mental
Y advirtió que “la crisis inflacionaria está agravando situaciones de pobreza y exclusión social y está repercutiendo tanto en las familias como en las instituciones. Es necesario prever no solo los gastos diarios como alimentación, luz, agua y con el aumento de los precios no se da una cobertura adecuada a las necesidades de las familias que ven un mayor deterioro de su economía y salud mental lo que lleva a aislamiento y soledad y en un aumento de los conflictos y dependencias.
También ha aumentado el número de personas que viven en las calles. Si en 2019 Cáritas atendió a 1.440 personas, estas subieron a 2.585 en 2020, llegaron a 4.309 en 2021 y el año pasado fueron 2.378, dijo Caya Suárez.
El obispo de la diócesis José Mazuelos Explicó que la memoria de 2022 se presentó en Jinámar «y no en el centro de la capital grancanaria» porque querían un año más «ser donde se desarrolla la acción de Caritas en las parroquiasSÍjunto con el voluntariado», y recordó que Jinámar «fue uno de los barrios más afectados por el paro, un barrio que fue ignorado e injustamente estigmatizado».

Del acceso a la vivienda a la mejora de la salud mental, las diez claves «para el cambio» propuestas por la ONG
Para Cáritas Diocesana “las relaciones entre la ciudadanía y las instituciones se han deteriorado”, lo que dificulta aún más la supervivencia de las personas en situación de pobreza. El director de la ONG Las Palmas, Gonzalo Marrero, se refirió al “aumento de la burocracia, la lentitud y complejidad de los trámites. Pero también pedirle a alguien sin recursos que tenga un móvil para descargar una aplicación para pedir ayuda de 460 euros.
Caya Suárez, secretaria general de Cáritas, llamó la atención sobre la dificultad de empadronamiento de muchas personas que, ante la crisis de la vivienda, viven «en cuevas o chabolas» porque no pueden pagar el alquiler. En efecto, recordó Suárez, Cáritas ha atendido sólo al 7% de las personas que se encuentran en situación de pobreza si se cuenta con la tarifa Arope. Para contrarrestar esta situación, la ONG propone diez «claves para el cambio». Entre estos, garantizar y facilitar el acceso a los beneficios sociales y que estos sean acordes al costo de vida. La adquisición pública de viviendas construidas sin uso. Acceso a los trámites de la administración pública, incluida la garantía del acceso presencial y la mejora del sistema de salud mental. En 2022, Cáritas atendió a 271 familias en Las Palmas que corrían riesgo de perder sus hogares y señala que “muchas personas han visto cómo se devaluaba su salud mental. Este es un hecho preocupante. El apoyo psicológico se duplicó. La salud mental junto con el uso de sustancias adictivas es una doble patología”, lamenta Suárez.
El 32% de las familias atendidas, añade el informe de la ONG, “no son dueños de la casa” y hasta el 15% reciben ayuda para mantener la vivienda. Cáritas también reclama políticas activas de empleo “y de protección para las personas mayores de 55 años”. Según datos de la ONG, el 41% de las personas atendidas están desempleadas y tienen más de 50 años.