Con dos victorias en trece partidos, el estilo de posesión innegociable del club del Principado ya no atrae. “Jugamos como un hijo de puta; Somos fenomenales, pero prestamos atención a los detalles».
El crudo invierno de Eder Sarabia (Bilbao, 42 años). El que fuera segundo entrenador de Quique Setién en la UD Las Palmas (2015-2017), Betis (2017-19) y FC Barcelona (2019-20) logró dos victorias: ante el Sporting (1-0) del técnico Miguel Ángel de Gran Canaria Ramírez y Oviedo (3-1)– en las últimas trece jornadas de LaLiga. Ocho puntos sobre 39. En ese tramo de la competición, de la jornada 18 a la 29, Andorra descendió a su particular infierno. El 11 de febrero, cayó al 17, cuatro fuera de la zona de peligro. Apodado Guardiolín durante su etapa en la UD Las Palmas -apodo que le puso el jugador Wakaso-, sus intervenciones en la sala de prensa ya apuntan sin vergüenza a los jugadores. El viernes, a partir de las 20:00 horas (Movistar Vamos), se reencuentra con el pío pío, club al que le gustaría dirigir en el futuro, y con Xavi García Pimienta.
Expulsado en la última derrota ante el Racing de Santander en El Sardinero (2-1), seguirá la evolución de la jornada 30 en una grada del Estadio Nacional del Principado. También vio roja ante el Albacete Balompié (25 de enero). Son dos rojas en 2023, en plena caída libre para su equipo, que tiene el mayor porcentaje de posesión de balón con un 68%. En segundo lugar en esta relación de control de balón se encuentra la UD.
ser el anfitrión
Las últimas apariciones de Eder Sarabia revelan un discurso lleno de ansiedad. «El día 29 ya no vale la pena merecerlo. A los jugadores les decía, hay que jugar con otro… (…) Perdemos muchas oportunidades, eso es el fútbol profesional. Tenemos que aprender. Perdemos y no pasa nada, marcan un gol y lo mismo. Juguemos como un puto hijo de puta, el locutor… Somos unos monstruos y volveremos a ganar. Hacemos una infinidad de cosas, pero no nos da. Hay que ponerse las pilas… Los detalles son importantes». Ni rastro del imaginativo Andorra, que se había convertido en la etiqueta revelación y que en la primera vuelta lidió con la UD (2-0) en la primera vuelta, pese a la derrota por doblete de Marc Cardona.
El pudor del recién ascendido, que cuenta en sus filas con el portero grancanario y exjugador de la UD Raúl Lizoain Cruz, se funde con el espíritu volcánico del técnico, que tuvo seis tarjetas rojas antes de firmar por el club de Piqué 11 tarjetas amarillas. Su rabia contra los jugadores del Barça se extendió al Bernabéu y otros templos del fútbol nacional.
Meticuloso y entregado al fútbol ofensivo -de la escuela setienista del 4-3-3-, arremetió contra el VAR tras perder ante el Albacete. «El VAR no está para esto. No se suponía que tomaría cuatro minutos decidir una jugada. O se manifiesta o no se manifiesta… ¡O se manifiesta o no se manifiesta! (…) ¡Blanco o negro! ¡No es gris! El VAR es para cosas de blanco o negro. Dije desde el principio que el VAR me parecía un avance y un acierto, pero creo que lo estamos usando mal. Hay árbitros que no arbitran lo que ven en el campo (…) Tenemos 200 tarjetas rojas más que en otras ligas. ¿Es otro deporte o hay otro reglamento?
Coincidió con Pimienta en el Barça, cuando el actual técnico de la UD estaba al frente del filial culé. Tras el humillante (2-8) ante el Bayern en cuartos de final de la Champions League (2020), se barajó la destitución de Setién y Sarabia para otorgarle al Pimienta el liderato del primer equipo. El barcelonés haría otra campaña en la cantera de La Masía y luego fue despedido por Laporta. Eder y Piqué contra la UD de los récords. La carrera por la posesión eterna. El duro invierno de Eder y un guiño a Gran Canaria en su cuenta de la red social. «Deberías llevar al equipo a entrenar a Valleseco para aclimatarnos al partido del viernes [con una foto de un termómetro con -11]’.