Imagen del primer Parlamento de Canarias. /
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El Estatuto de Autonomía cumplió 40 años desde su aprobación esta semana, cuando se produjo el gran cambio en Canarias
Año
mil novecientos ochenta y dos Para los españoles fue el año del Mundial y de la victoria por mayoría absoluta del PSOE de Felipe González. García Márquez ganó el Premio Nobel de Literatura, Barcelona fichó a Maradona y Argentina y Reino Unido se encontraron en Malvinas.
Para los canarios también fue el
el comienzo del autogobierno, aunque lo más probable es que no haya oído hablar de él. los
10 de agosto de ese año
Aprobado en las Cortes el Estatuto de Autonomía de Canarias.
Fue el punto de partida de un
evolución económica y social de los últimos 40 años en los que la sociedad isleña nada tiene que ver con lo que ha sido. Eran, en palabras del
Presidente del Parlamento, Gustavo Matoscuatro décadas «que
trajeron consigo los mejores años de la historia de las islas».
Este cambio fue impulsado principalmente por la
compromiso con la educación en los primeros años de autonomía, que experimentó un salto cualitativo con la
transferencia de experiencia en esta área en 1984. Diez años después, se recibirían los de Sanidad.
rebaja
En este período fue necesario formar una comunidad compuesta por siete territorios en los que el
Equilibrio se ha convertido en un elemento clave para mantener no sólo la
cohesión social, sino un proyecto común. Y es que en aquellos primeros años el compromiso con la comunidad autónoma no estaba tan claro.
Problemas como
sede institucional o las organizaciones de la comunidad autónoma pasaron del debate al conflicto.
Estos problemas se solucionaron con el ya famoso
Pacto Medinacellique no fue más que una reunión de
diputados de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerifey en un restaurante con este nombre para solucionar problemas que aún persisten, como
Capital socialla
presidencia alterna por los legisladores o que el
sede del parlamento estar en Santa Cruz y el
delegación del gobierno en Las Palmas de Gran Canaria.
Ese equilibrio también había que buscarlo en la posición de un mismo partido en diferentes islas, que ha sido superada en alguna ocasión. Este fue el caso en el debate, en
1989 de
creación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canariaalimentada por manifestaciones a favor y en contra.
Lorenzo OlarteEl entonces presidente reconoció que había firmado el decreto tras una manifestación «hostil» contra él y Gran Canaria
«No fue fácil».
Esfuerzo
Unos años antes, el
ley de aguas había provocado uno de los debates más duros en el pleno del Parlamento, que además vino con la enorme presión de las movilizaciones populares.
Lejos de esta tensión, pero con una importante respuesta, la elaboración del
ley de moratoriaya con
Romano Rodríguez al frente del gobierno de Canarias.
Otro momento de tensión en la Cámara fue la votación del dictamen de la comisión investigadora sobre el asunto
Tindayaque requería votar hasta nueve veces.
Relaciones con el Estado y las dificultades de los distintos gobiernos centrales para reconocer las especificidades de Canarias han mostrado discrepancias, especialmente en materia fiscal y económica en estos 40 años y -al margen de las comparaciones más actuales- ya fue el principal motivo de la
moción de censura contra Jerónimo Saavedra por la AIC de Manuel Hermoso en 1993.
Otro de los episodios de profundas diferencias con el Estado tiene que ver con la
Repsol prospección. Desde el primer momento, el Ejecutivo de
paolino rivero lideró el movimiento contra la perforación en aguas cercanas a Canarias, tras la concesión de la licencia a la petrolera por parte del
Ministerio de Industria presidido por José Manuel Soria.
‘Canarias es posible’
Vimos que el camino no sería fácil desde el principio. Se da el caso de que un lema del primer gobierno de Canarias, presidido por Saavedra, fue «Canarias es posible», un mantra que buscaba fortalecer la comunidad autónoma.
Y es que, como el propio Saavedra repitió en varias ocasiones,
muchos pensaron que la autonomía era innecesariaque una comunidad de consejos era suficiente.
El último
reforma del Estatuto de Autonomía de 2018 -el precedente se produjo en 1996- presupone una ampliación del autogobierno, al mismo tiempo que reconoce hechos diferenciales del archipiélago como
ultraperiferia o insularidad.
El texto retoma la
Blindaje del régimen fiscal económico, la disociación de sus recursos de la financiación regional; un aumento notable en la competencia o el reconocimiento de
aguas canarias dentro del territorio autonómico, cuestiones que en la práctica no siempre han sido bien resueltas con el Estado.
Aretes continúan las discusiones sobre la
crecimiento demográficoLa necesidad de
diversificar el modelo económico e ir a un
turismo más sostenible, luchar contra la pobreza que sigue creciendo en las islas o aprovechar las oportunidades que ofrece la transformación digital. El camino está marcado.
Imagen de archivo de seis de los nueve presidentes que tuvo Canarias. /
Un total de 17 gobiernos sellados más allá de partidos e ideologías
En 40 años, la comunidad ha tenido nueve presidentes que han liderado 18 líderes diferentes. El sistema electoral canario hace prácticamente imposible que un solo partido alcance la mayoría absoluta en el parlamento canario, la primera de 60 diputados y 70 de la actual legislatura.
Esto llevó a una posterior firma de pactos, algunos ideológicamente coherentes y otros antinaturales. El resultado era casi siempre el mismo: se rompían antes de tiempo. Solo resistieron a la legislatura la alianza entre Coalición Canaria y el PSOE entre 2011 y 2015 y el Pacto de Flores, sellado por cuatro formaciones en 2019.
El socialista Jerónimo Saavedra, el primer presidente de Canarias, gobernó en solitario durante dos años entre 1983 y 1985. Finalizó su mandato con el Pacto de Progreso -con partidos nacionalistas y de izquierda-, una fórmula similar a la que cerró durante tres años. .hace desde el PSOE, NC, Podemos y ASG.
En la siguiente legislatura Fernando Fernández (CDS) formó un gobierno de centroderecha, pero la división de su partido lo llevó a presentar una moción de confianza. Lo perdió y lo reemplazó el vicepresidente, Lorenzo Olarte, quien ha gobernado los últimos dos años con la AIC.
Saavedra también inició su siguiente mandato en la AIC tras firmar el Pacto de Concreto, pero a los dos años se resquebrajó por la moción de censura encabezada por Manuel Hermoso, en un movimiento que sería el germen de la Coalición Canaria. El CCN y la formación nacionalista de izquierda, Ican, se unieron. En la próxima legislatura gobernó durante tres años con el PP de Aznar.
La fórmula se repitió en 1999, con Román Rodríguez como presidente, pero el pacto terminó por romperse. También el siguiente, esta vez con Adán Martín como director general y José Manuel Soria como número dos.
Los nacionalistas y los populares volvieron a darse una oportunidad en 2007, pero no duró ni cuatro años. El único acuerdo -a excepción del actual- que no se rompió fue el firmado por Rivero y José Miguel Pérez (PSOE) en 2015. Ante el resultado se intentó una prórroga con Fernando Clavijo y Patricia Hernández, pero no se cumplió. era posible… Duraron un año y medio.
La búsqueda del equilibrio ha llevado a la comunidad a crear un sistema electoral complicado y, en última instancia, injusto. La reforma del Estatuto de 1996 elevó las barreras electorales al 6% autonómico y al 30% insular. Tras el cambio de 2018, estos límites se han reducido al 4% y al 15% respectivamente.
Además, el número de diputados ha aumentado de 10 a 70 con la incorporación de una circunscripción regional en la que se eligen nueve diputados. Fuerteventura también suma un representante. Estas disposiciones fueron aprobadas por el Parlamento este año, pero las últimas autonómicas ya están reglamentadas.