Han pasado veinte años desde la inauguración del Gran Canaria con el partido amistoso entre la UD Las Palmas y el Anderlecht –además de la celebración de dos carreras de 1.500 metros en la pista de atletismo apagada del recinto– y Dos décadas después, el Estadio sigue mostrando un aspecto contaminado en las gradas del Naciente y un clima de discordia entre las dos principales entidades que gobiernan el feudo de siete palmas.
La idea gestionado entre el equipo presidido por Miguel Ángel Ramírez y el Cabildo de Gran Canaria, propietario del estadio, es clara y apunta a la modernización de la misma. Nadie se opone a que el edificio tenga que navegar hacia el futuro, abrazar el siglo XXI, pero el problema es saber quién paga la factura.
En este sentido, tanto el club amarillo y rojo, que ya paga 400.000 euros al año por el uso del Estadio, como el organismo insular, que patrocina al organismo deportivo con 1,6 millones de euros por temporada, No estoy de acuerdo en los términos que deben asumir para llevar a cabo la obra que moderniza Gran Canaria.
Ayer el presidente del Cabildo, Antonio Morales, admitió que hay tres caminos en la mesa de negociación. dos teniendo un carácter arbitral para que el organismo insular llegue a acuerdos con la UD o directamente con la organización del Mundial –entendida como Real Federación Española de Fútbol y FIFA–; Mientras este último recaería exclusivamente en el Cabildo.
Porque para Morales el Estadio ha tenido un papel «inmenso» por el «trabajo en la sociedad civil y lo que esto supone para la proyección de Gran Canaria» y por ello «hay que terminar las obras», en referencia a las que ya están en marcha como el uno en la Torre Oeste donde se encuentra la sede de la UD, así como dar solución a su torre gemela, de la que no se vislumbra proyecto veinte años después.
Apaños y ponte a la moda
Morales ha estado acompañado en esta línea de modernización por su asesor en la cartera de deportes del gobierno insular que está a punto de extinguirse –faltan 19 días para las elecciones territoriales–, Francisco castellano. «Estoy convencido de que seremos sede del próximo Mundial y para eso solo necesitamos algunos ajustes en el estadio. Unos trabajos de mejora y modernización, que así como hacemos en nuestras casas para que luzcan bien, este debe ser uno de los pasos después de 20 años. Estaremos a la moda”, dijo el político.
Además, Castellano entiende que el fútbol «es uno de los grandes motores socioeconómicos» y por ello «el Cabildo debe seguir apostando por la modernización de un estadio de referencia» con el que Gran Canaria ha adquirido carácter de «imán de eventos internacionales».
Todo ello, cosido por un denominador común en el que tanto Morales como Castellano han engalanado el feudo de Siete Palmas a lo largo de la historia de la Ud y del que esperan «puedan celebrar el ascenso antes de que finalice el mandato de gobierno». Así que más le vale al equipo de Pimienta sellar el pase a Primera División sin tener que pasar por los playoffs.
Antes de la intervención matutina de los dos representantes del Cabildo, había tomado la palabra manolo lopez como director general de Deportes del Gobierno regional para certificar que su último reto es para la Copa del Mundo que se disputará dentro de siete años en la isla en un «estadio del futuro».
El que fuera portero del conjunto amarillo durante dos fases entre 1980 y 1997, subrayó la versatilidad del espacio de Siete Palmas no solo para la celebración de eventos deportivos, sino que también destacó “la cantidad de conciertos que se han hecho aquí –Bruce Springsteen, Elton John o Shakira, entre otros artistas internacionales– y que nos han regalado un estadio precioso”.
Pero mientras recuerdan momentos para la historia, el aruquán también destacó «el gol de Araujo» ante el Real Zaragoza en 2015, para que «se repita en las próximas semanas y dentro de 20 años se recuerde otro ascenso en España en esta etapa».
Con el desfile de declaraciones de carácter político, el director general de la Unione Sportiva, patricio vinaio surcado junto a la reflexión de que el futuro de Gran Canaria no se verá alterado por quien tome las riendas del Cabildo porque para él “el estadio aglutina cualquier color político y es capaz de albergar a todos los espectros sociales”.
Viñayo incluso se atrevió a afirmar que el proyecto que está sobre la mesa con la obra del Estadio supone que “Hay una oportunidad de convertirlo en un tractor para la economía de la isla” y quien «imagina» que verá la luz «pronto».
Finalmente le tocó a Paquito Ortiz hablar como exjugador del club isleño y protagonista del partido inaugural del Estadio hace 20 años vistiendo la chaqueta amarilla y el brazalete de capitán para enfrentarse al Anderlecht.
El actual responsable de Innovación de la Fundación UD recordó que el paso a Siete Palmas no fue un trago fácil. «Dejé el club, dejé Insular para dejar atrás la historia y luego encontré un estadio de nueva era con mucho espacio».
Asimismo, aprovechó la máquina del tiempo para explicar que si falló un penalti ante el Anderlecht y no pudo celebrar el primer gol del estadio en la historia, pero entonces Rubén Castro escribió una historia mejor con sus goles, ahora la UD se encarga de escribir » otro partido con el ascenso en Primera».