Hoy es el Día Internacional del Orgullo LGBTI. El diputado Omar López (PSOE), asesor del Ingenio Rayco Padilla (PP) y directora del Instituto Canario para la Igualdad, Kika Fumero (independiente pero nominada por Podemos), habló ayer a CANARIAS7 sobre la necesidad de celebrar este día, la importancia que la política también tiene referentes del grupo o si el hecho de reconocerlo abiertamente como lo hicieron los tres los ha desenmascarado.
Aunque con matices, coincido en el peligro de la ultraderecha y en el que reconocer públicamente la orientación sexual es una “liberación” que permite llevar la vida que cada cual decida.
“Creo que es necesario tener referentes en todos los sectores y la política no se puede quedar atrás. Tenemos la capacidad de cambiar tantas cosas que no nos gustan que es fundamental dar ese paso. Lo hice en mi primer discurso ante el Parlamento de Canarias.
Cuando no estaba pasando por el mejor momento de mi vida, necesitaba esas referencias públicas.. Di el paso por si alguien me escuchaba, sabía que no están solos, que somos muchas personas en muchos sectores. Me dijeron que no iría a ningún lado y estoy en el Parlamento para poner mi granito de arena”, dice Omar López.
Para Kika Fumero, las personas tienen «la obligación, el deber y el derecho de ocupar los espacios públicos y esto pasa construyendo narrativas en primera persona.
El armario es un armario social en el que nos mete la heterosexualidad. Tenemos derecho a ocupar la vida.
Rayco Padilla explica que no lo dijo en el cabildo porque lo dijo «a los 19 años» y «desde entonces» se ha comportado «con naturalidad».
“No tengo que decirlo porque ya lo saben y, de hecho, es tan conocido que en 2014 hicieron una pintada anónima en el cementerio de Carrizal, donde vivo.No me importaba, pero estaba pensando en mis familiares que están por poner flores, en el daño a mi familia”, se queja.
En realidad coinciden, aunque de forma minoritaria la orientación sexual sigue siendo un «arma arrojadiza» en la política.
“No lo entendí de primera mano, pero es cierto que la sociedad todavía usa esa imagen de decirte que un maricón es un insulto y que te puede molestar.
Para desacreditar al rival no se puede utilizar la orientación sexual, sino argumentos, pero cuando no está, se recurre a ella, pero está muy lejos de la sociedad a la que todos aspiramos. Las mujeres con machismo, homosexuales y transexuales sufren cada vez más que otras”, reconoce Omar López.
Para Fumero, si eres lesbiana y lo llevas «con orgullo» es «muy difícil meterse con esa característica. La discriminación siempre está ahí. Homofobia, misoginia… Si sufría un episodio tenía poco significado e impacto a nivel personal, cero. Cuando ocupas un asiento te permites ser, existir sin miedo, con orgullo y sabiendo que el impacto que tiene en el resto de la sociedad es muy difícil de sacudir esa base.
El asesor de Ingenio coincide con el diputado socialista. “Cuando acaban las discusiones viene el insulto, pero últimamente lo hacen de forma anónima o por Twitter, que es un basurero y se hace de forma anónima”.
Rayco Padilla recordó el famoso «maricón» que le espetó un regidor a un empleado municipal en Santa Lucía. «Todos estaban conmocionados», Ella dijo. Kika Fumero recuerda «otros casos, como el de La Palma con orgullo», y lo que sigue siendo, pero esta semana, el asesinato homofóbico de dos personas en una discoteca de Oslo.
“Ha habido pocas declaraciones al respecto. Me asombran las cosas que desaparecen tan rápidamente del discurso público. Se ha retomado el caso de la Manada, que fue una cosa súper horrible, pero aquí en el sur hubo otro y solo se pueden leer dos partes.
Los tres coinciden en que en este caso hubo falta de contexto para denunciar un asesinato homofóbico.pero aun así, subraya Omar López, “la mayoría de la sociedad está comprometida con la causa, pero esas minorías están haciendo el daño”.
El diputado socialista recuerda que en el instituto sufrió acoso («bullying») y que cuando llegó a ser profesor vio que el trato de los alumnos hacia la homosexualidad era «totalmente diferente». En este sentido, añadió, “la empresa ha recorrido un largo camino. Hay bullying y homofobia, pero el avance ha sido enorme”.
Quizá por eso, si son conscientes del peligro de la ultraderecha, aunque con matices.
Según Kika Fumero, “no están consolidados” por eso “no podemos bajar la guardia ni como mujeres ni como colectivo LGTBI. Tenemos una amenaza muy grande, tenemos al lobo sentado en los asientos y tenemos que mantenernos firmes.
Por eso es tan importante la visibilidad, ocupar el espacio que te corresponde y por eso es tan importante hablar en primera persona, escuchar historias de vida. El desafío, el freno, la amenaza está ahí y es hora de seguir unidos en lo que nos une porque en el retroceso de los derechos fundamentales se frena la democracia.
Para Rayco Padilla -quién sabe si su partido, el PP, está de acuerdo y gobierna con la extrema derecha- es una cuestión «compleja».
Aunque «es cierto que algunos líderes de Vox son homofóbicos, y el primero Santiago Abascal», cree que «lo que importa en las instituciones son las políticas implementadas en los pactos». Por eso, subraya, no crea una «contradicción» que sea homosexual y que su partido esté de acuerdo con Vox. «Absolutamente. Veo política. Pero quiénes somos nosotros para arruinar la vida de las personas, nadie. Esa parte realmente me gritó».
Fumero y López ven de manera muy diferente que el Ayuntamiento de Madrid o el edificio de la Comunidad no colgarán mañana la bandera del orgullo. “Ese discurso me parece un poco artificial. El parlamento nacional no levanta su bandera, ilumina el edificio y es sede de la soberanía nacional”, dice Rayco Padilla. «El problema es la simbología, que es lo que nos llega visualmente y al oído, no tanto la bandera o la iluminación.
Debate es rechazo, resistencia a una bandera”, dice Fumero. A su juicio, la extrema derecha y el conservadurismo pretenden «volver a llevar el tema LGTB al ámbito privado como violencia de género» y pretenden que en la vida pública «te inventes un personaje al que no te tienes que adaptar. No, yo tengo el derecho a ocupar el espacio público, la calle y a expresarme como soy, esos derechos están bajo control, si lo devuelven habrá mucha discriminación, muchos suicidios, muchos infelices gente, una sociedad infeliz. Y eso es el control y la amenaza de la extrema derecha”, añade.
Para Omar López
, la sociedad «no debe pensar que todo está conseguido». Nació después del divorcio “y lo veo normal”, dice, “ya no se cuestiona. Incluso un matrimonio au pair, aprobado en 2005. Ya hay una generación que lo ve como algo normal. Pero ve peligro en tratar de traer la vida personal «de vuelta a casa». Y recuerda que la semana pasada «en Murcia el PP y Vox votaron en contra de la prohibición de las terapias de conversión. Ya no se trata solo de no poner la bandera de la semana del orgullo en el balcón, estamos pariendo familias que quieren llevar a sus hijos a terapia para que se adapten a una sociedad clásica, y esto es una política, no es colgar la bandera visualizar una realidad que no debemos ocultar. Los parlamentos y los gobiernos mandan mensajes”, añade.
Rayco Padilla reconoce que a veces el PP «se equivoca públicamente», como cuando se opuso al matrimonio igualitario. “Yo era un afiliado básico. Entonces el tiempo nos quitó la razón (oponerse). Toda organización tiene derecho a transformarse. Jerónimo Saavedra (PSOE) dijo que lo que más le aterrorizaba eran los comentarios dentro de su propio partido. Y es que los partidos son un reflejo de la sociedad, pero no es lo mismo Alianza Popular que Partido Popular”
La izquierda tampoco es ajena a la homofobia o la misoginia, dice Kika Fumero. “Frijoles se cocinan en todos lados”, dice Omar López.
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La visibilidad, están de acuerdo, es necesaria. «Es importante, por eso admiro a los compañeros que se posicionan públicamente como gays o lesbianas, como lo hizo la tonadillera María del Monte este fin de semana. Esa exposición pública es importante porque lo que hay afuera puede ser duro, es diario y no te concierne solo a ti». si tienes familia, están sufriendo esa posible discriminación, por eso es admirable».
Para Omar López, «a nadie lo tomó por sorpresa. Todo el mundo lo sabía, pero es importante decirlo públicamente».
Rayco Padilla dice que la respeta mucho. “Dijo que es su vida y él decide cuando lo dice. Cada quien lo lleva como quiere. Fue en este momento que quiso contarlo, la normalidad es fundamental.
“Por fin es una persona libre”, añade Kika Fumero, “es una liberación no tener que estar todo el día revisando lo que dices, lo que haces”.
Sobre la ley trans, los tres coinciden en que se trata de “proteger y consolidar derechos”. «Todo eso es bueno», dice Fumero.
Omar López recuerda que fue ponente de derecho trans en Canarias y que nunca olvidará la alegría de las personas que trabajaban allí. También fue una ley aprobada por todos los partidos políticos con representación en la cámara regional.
Kika Fumero y Omar López coinciden en que la sociedad es la que impulsa los derechos, pero las leyes son necesarias. En este caso Fumero recuerda la necesidad de una educación afectivo-sexual. Rayco Padilla cree que el sistema educativo «ha sido un fracaso» porque las leyes están de lado «y hay que hacerlo con la ayuda de gente que sabe de educación».
En la conversación también abordaron con orgullo la campaña del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria: «Un grande y gratis». Para Omar fue «una pena, no había que ganar importancia». Fumero entiende «el gol y la burla», de hecho duda que «la ultraderecha» caiga bien, pero sigue habiendo «demasiada gente que ha sufrido mucho con el franquismo» por lo que considera un «malo consejo». » «, sobre todo porque en 20 segundos no hay tiempo para explicarlo. A Rayco Padilla tampoco le gustó.
Las tres también coinciden en que el feminismo y el movimiento LGTBI están en la misma causa y lamento que haya controversia dentro del feminismo sobre la ley trans. Estoy de acuerdo en que no hay un espacio de debate en el que se pueda dudar y que no pase nada.
En cuanto a la mercantilización del orgullo, López y Fumero creen que hay que mantener el reclamo porque sino “al final se impone la economía”. «Como empresa tratamos de perder el propósito con el que nació, la reivindicación. Hay que luchar para que no se pierda. Si es el carnaval de julio, pierde el sentido con el que nació, reclamar derechos y seguir reclamándolos por lo que dieron la vida. Al final la economía acaba imponiéndose porque mueve masas con alto poder adquisitivo”, se queja. Kika Fumero también destaca que puede ser un reclamo y también «una fiesta pero debe ser nuestra, no de las empresas que pagan y hacen un restyling», se queja.
Rayco cree que deben complementarse, la realidad es que «mueve a millones». “Los dos aspectos deben ser complementarios”. «La realidad es que no se puede combatir porque mueve millones de euros. Hay que buscar la complementariedad. El orgullo de Gran Canaria la primera vez que se celebró en Maspalomas fue con un gobierno de PP y AV, y funciona bien y nos convierte en un referente en Europa y nos trae bendita caja y dinero. Otra cosa es la parte vengativa».