Álex Calvo debutó en el fútbol profesional en el minuto 84 y apenas tres minutos después realizó una gran jugada individual, en la que pasó a Álex Suárez y Eric Curbelo, para marcar el empate del Málaga. En cierto modo, el gol ilustró el descenso amarillo y rojo de las últimas semanas que pretende cambiar en el derbi.
Un joven se presentó ayer en el estadio de Gran Canaria para aguar la fiesta que se estaba dando a escasos metros de la plaza de toros de Gran Canaria, donde Quevedo y su Quédate atronaron para deleite, sobre todo, de los jóvenes. Como el del habilidoso zurdo que ayer debutó en el fútbol profesional en el minuto 84, marcó un golazo en el 87 tras dejar atrás a Álex Suárez y Eric Curbelo e ilustrando, con la igualada que dejó caer la ‘UD Las Palmas gestión, el bajón que ha tenido el conjunto giallorossi en las últimas semanas. No es dramático, pero conviene que Xavi García Pimienta tome el relevo.
El técnico reconoció lo que todo el mundo había visto antes de que Pejiño llegara con su golazo que lo cubrió todo, porque cuando el barbateño lanzó su misil a quince minutos para el final que daba la ventaja a la UD, empezó la juerga, el partido actual se olvidó y el derbi apareció con el chicharrero sin rebote. La realidad era que Las Palmas no había hecho un buen partido, más allá del resultado favorable que luego se convirtió en un justo empate.
Una victoria en los últimos tres partidos alerta a los giallorossi, que buscan reacción en el derbi
García Pimienta definió la situación como «miedo a no ganar». Sea como fuere, el equipo isleño, ahora con Jonathan Viera en el campo, continuó con la inercia de los partidos anteriores, lo que puso en evidencia cierta crisis de juego que, entre otras cosas, les impidió ganar en Leganés y Andorra ante dos equipos que jugó con un jugador menos durante mucho tiempo: una hora en el caso de los de Butarque y todo el partido en el caso de los del Principado.
Más que por motivos físicos, el hundimiento amarillo se da sobre todo porque algunos jugadores no pasan por su mejor momento, como Mfulu, Loiodice o el propio Viera, que son el motor del equipo. Cuando no alimenta, mal.
García Pimienta tampoco ha sido corregido con algunas de sus decisiones, como la renuncia de Moleiro en el centro ante la ausencia de Jonathan Viera o algunos cambios que no han mejorado al equipo, como el de ayer: Kaptoum y Óscar Clemente no surtieron efecto, ni Loren, cuya aportación desde que llegó al pasado mercado de fichajes de invierno ha sido mínima -tiene un solo gol y un solo rebote-.
Hasta la lesión de Sandro fue un freno. Justo cuando acababa de resolver el choque con la Ponferradina, volvió a estallar, otra vez. El equipo le necesita, así como la mejor versión de Jonathan Viera, ausente en el derbi de ida de finales de noviembre.
El próximo sábado llega el segundo, y seguro que el empate ante un equipo en zona de descenso le servirá de motivación. Sin su aparición, quizás la UD hubiera ganado y el apagón amarillo hubiera pasado desapercibido. Pero esta vez no sucedió. Álex Calvo causó el estrago.