De izquierda a derecha, Dr. Gustavo Blanco, Dr. Gerardo Garcés, Luci Motta e Ignacio Manchado. /
El equipo de investigación en cirugía ortopédica y traumatología de HPS y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria sigue a la vanguardia mundial
El equipo de investigación en cirugía ortopédica y traumatología liderado por el profesor Gerardo Garcés, fruto de la colaboración entre el Hospital Perpetuo Socorro y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, publica un nuevo artículo en una revista internacional de alto impacto (Q1).
El artículo se titula «Fuerza muscular isométrica de la rodilla y medidas informadas por el paciente cinco años después de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior: comparación de la extracción del tendón isquiotibial con autoinjerto simple versus doble» y se acaba de publicar en el Journal of Clinical Medicine. Además del profesor Garcés, catedrático de traumatología de la ULPGC, sus autores son Ignacio Manchado y Luci Motta, enfermeros del HPS y estudiantes de doctorado de la ULPGC, Gustavo Blanco, traumatólogo del HPS y Jesús González, miembro de la Unidad de Investigación del hospital. .
Posteriormente, el equipo del Dr. Garcés revela las claves de esta investigación de repercusión internacional.
– ¿En qué consistió el estudio?
Los investigadores realizaron un estudio de seguimiento de cinco años en dos grupos de pacientes operados por rotura del ligamento cruzado anterior. En ambos grupos se realizó la reconstrucción del ligamento reemplazándolo por tendones de “pata de ganso”, que se ubican en la parte posterior de la rodilla. Esta técnica de uso frecuente se realiza a través de un abordaje artroscópico. La diferencia entre los grupos fue que en un grupo se utilizó solo un tendón y en el otro grupo dos tendones. Después de cinco años, todos los pacientes habían regresado a sus actividades deportivas y reportaron una marcada mejoría en sus actividades diarias en comparación con la situación prequirúrgica. La diferencia estadísticamente significativa entre ellos es que los pacientes operados de un solo tendón reportaron mejores resultados en la escala de Lysholm, un cuestionario que evalúa objetiva y subjetivamente cómo se siente el paciente con respecto a los síntomas que se originan en la rodilla lesionada.
– ¿El paciente no tiene limitaciones para extraer los tendones de la parte posterior de la rodilla?
– En realidad, los límites son muy pocos, como se ha demostrado durante varios años. En este trabajo también se realizó un estudio de la fuerza muscular de la rodilla operada comparándola con la rodilla no lesionada después de 5 años y se encontró que las diferencias eran pequeñas. Sin embargo, al comparar la diferencia entre la fuerza de la rodilla operada y la sana, se encontró que esta diferencia era mayor en los pacientes que tenían dos tendones utilizados, al medir la fuerza flexora de la rodilla (la acción que realizan los tendones extirpados), mientras que no hubo diferencia en la fuerza del cuádriceps (fuerza extensora de la rodilla). Para evaluar cómo se ve afectada la fuerza en relación con una población normal no lesionada, se realizó un estudio comparando los resultados de ambos grupos de pacientes con otra población de atletas no lesionados. Se observó que el grupo de pacientes operados de un solo tendón no mostró diferencias con la población normal sin lesión, mientras que los operados de dos tendones sufrieron una pérdida de fuerza flexora bastante, aunque significativa, en comparación con los otros grupos. La conclusión fundamental es que el uso de un solo tendón puede ser suficiente para reemplazar con éxito el ligamento dañado.
La publicación incluye un estudio de seguimiento de 5 años en dos grupos de pacientes operados por rotura del ligamento cruzado anterior.
– ¿Cuál es el objetivo de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior?
– Actualmente hay algunos casos en los que el ligamento desgarrado puede repararse agregando un accesorio protector para la sutura. Sin embargo, la mayoría de los casos se operan reemplazando el ligamento lesionado con tejido obtenido del paciente o con un injerto de cadáver. Con este reemplazo o plástico, el nuevo tejido se convierte en un nuevo ligamento que funcionará prácticamente como el original, permitiéndole realizar todas las funciones de la rodilla, incluida la deportiva profesional. La cirugía se realiza mediante una técnica artroscópica, lo que favorece una pronta recuperación con poco daño a los tejidos circundantes. Su finalidad es evitar un desplazamiento excesivo de la tibia sobre el fémur, que provoca una sensación de inestabilidad en el paciente y por tanto limita sus actividades.
-¿Es necesario operar cada vez que hay una rotura de este ligamento?
-No es necesario en todos los casos. Dependerá de la sensación de inestabilidad que refiera el paciente y del tipo de actividad que realice. Los deportistas en activo que practican deportes con turnos frecuentes (fútbol, baloncesto, lucha libre, etc.), o los profesionales cuya actividad consiste en girar las rodillas (policías, bomberos, militares, etc.), necesitan una gran estabilidad de estos y probablemente sea más recomendable para operarlos. Sin embargo, los pacientes que no reportan inestabilidad y su actividad no es muy exigente en sus rodillas pueden ser tratados a través de un programa especial de fortalecimiento muscular. En caso de falla de este, siempre se puede operar en un momento posterior con resultados altamente satisfactorios.
HPS y la ULPGC firman un convenio de docencia e investigación
-¿HPS y la ULPGC mantienen una línea de investigación en este campo?
-HPS y la ULPGC firman desde hace años un convenio de docencia e investigación que ha dado lugar a varias publicaciones internacionales y la lectura de algunas tesis doctorales. Precisamente, este trabajo forma parte de la tesis doctoral de Ignacio Manchado, coordinador de la Unidad de Cirugía Mínimamente Invasiva (CMA) del HPS. Los pacientes fueron evaluados antes y regularmente después de la cirugía. Además de esta línea, están en marcha otras que estudian diversos problemas del aparato locomotor, dirigidas por el profesor Gerardo Garcés, catedrático de traumatología de la ULPGC, y en las que participan activamente los miembros del hospital. La investigación y la docencia constituyen dos pilares fundamentales en la filosofía de actuación de HPS.
De esta forma, el equipo de Traumatología y Cirugía Ortopédica del HPS es uno de los pocos servicios sanitarios privados de Canarias que publica en revistas de este calibre internacional dentro de la especialidad. HPS continúa así a la vanguardia del sector sanitario gracias a su equipo de especialistas.