El club facilitó este miércoles la foto oficial de la temporada y en la que no falta Kirian Rodríguez. /
fútbol
En la UD ocupan su lugar privilegiado celebrando el impacto que tiene en la afición y desde una perspectiva constructiva
L
a Te enfrentas a un escenario desconocido en defensa de la ventaja que comparte, en igualdad de condiciones con 11 puntos, con el Alavés.
De la campaña 2014-15que acabó con el último ascenso a Primera División, no se da la circunstancia actual e
en la plantilla no hay ni siquiera jugadores del citado precedente (Jonathan Viera volvió a mitad de curso esa temporada y cuando ya había perdido el puesto de privilegio que ostentaba en la primera parte del calendario). Pero
Todos en el vestuario asumen la responsabilidad de la mejor manera posible y, lejos de tomarlo como una presión adicional, lo ven como una motivación más.
“Nuestra única realidad son los puntos que tenemos ahora”, señaló García Pimienta el pasado viernes, cuando el partido ante el Leganés acabó con victoria por la mínima (1-0). Para el entrenador, tal y como transmitió a los jugadores, gobernar la mesa es anecdótico y no debe generar distracciones.
Evidentemente, se destacan los méritos del equipo, varios e indiscutibles en este inicio de temporada, y más aún por haber lidiado con numerosas bajas importantes, potenciando su espesor en la plantilla, pero en Barranco Seco se repite con insistencia que todo lo que sea te fijas en el próximo juego es un error. En este caso, la visita al Racing de Santander del próximo domingo (17:30 horas) aprovecha ahora al máximo la atención.
Desde la dirección de la institución no cambia el mensaje, aunque se pese el beneficio que supone para la afición, a la magnífica respuesta que está teniendo la masa social, con una presencia media superior a los 18.000 espectadores en Gran Canaria desde principios de la competencia.
El efecto de atracción que se está produciendo con la actuación y los resultados se celebra en Pío XII como una herramienta cualitativa para llevar adelante el proyecto.
«El objetivo es subir y subir en mayo o no ahora. Pero es mejor posicionarse ahora y generar lo que se genera”motivo de esta comunión con las gradas.
Si en los despachos hay un matiz más institucional de liderazgo, a pie de campo jugadores y técnicos se llevan todo, desde la necesidad de no bajar el nivel y mantener los parámetros de intensidad, compromiso y trabajo con los que se han llevado a cabo. La igualdad en la categoría nos obliga a no bajar la guardia y esa consigna es un mantra diario en el vestuario.
Y con pérdidas importantes
Dentro del tono sobrio impuesto, y que a ojos de Pimienta conviene para preservar la identidad, son inevitables ciertas licencias internas que riegan la autoestima. Conociendo al enemigo a batir, el poder de intimidación que se forja y el aviso que se envía al resto de que,
a falta de nombres estenarios como Sandro o Vitolola UD funciona como funciona, reviven la rutina entre sudores, reivindicaciones y meritocracias.
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Todo contribuye al clima de armonía, confianza y fortaleza que marca el ritmo y eso se proyecta donde realmente cuenta: en los partidos y con los puntos en juego. Que alimenta.