Álvaro Jimánez lamenta una mala ocasión en Andorra. /
fútbol – segunda división
Las Palmas desaprovechó una oportunidad de oro en Andorra, tras jugar una más desde el minuto 2 tras la tarjeta roja de Hevel
Nadie dijo nunca que el camino sería fácil. Tampoco que Las Palmas deba estar lejos de sus dominios, donde verdaderamente ha firmado una temporada brutal en cuanto a números, a pesar de ser el mejor equipo visitante en la categoría de plata, con 26 puntos en los 15 partidos disputados hasta el momento.
el ultimo sorteorecogidos en el Nacional de Andorra,
dejó más cosas negativas que positivas.
Porque a pesar de haber sumado a Álvaro Valles su sexto gol seguido sin perder -el portero andaluz ya suma 16-,
La UD desperdició una oportunidad de oro facturando una victoria que hubiera sido muy valiosa. También lo hizo compitiendo en superioridad numérica durante todo el enfrentamiento.
La expulsión de Hevel en el minuto 2, nada más empezar la batalla, por una temeraria falta sobre Nuke Mfulu, debió condicionar todo lo que estaba por venir. Pero mucho menos la película terminó con un final feliz. Porque Las Palmas ha vuelto a empeñarse en dejar escapar las situaciones favorables.
once contra diez y no pudo someter a su rival hasta que el reloj casi le pidió la hora. Tuvo tres palos, sí, pero las sensaciones fueron desastrosas. O, al menos, del nivel de descuido, pues durante largos tramos del partido, los isleños pasaban como si nada les pasara.
Pases planos, baja tasa de vuelo y muy poco colmillo. El único que mostró cierta lucidez, y ni siquiera esa fue su mejor actuación, fue Pejiño. El hombre de Barbate cogió un palo tras una acción mesiánica y luego, casi al caer el telón, Ratti también le negó el gol con una gran parada bajo un fino disparo del Cádiz. Fue una de las pocas noches de copas en Andorra. Florin Andone también se estrelló contra la madera con un soberbio cabezazo. El otro poste vino de un centro venenoso de Álvaro Jiménez desde la derecha.
El partido terminó con el equipo dirigido por García Pimienta con Enzo Loiodice por la izquierda y Álvaro Jiménez por la derecha. Una declaración de misión ofensiva que no se materializó porque se agregó un solo punto que, por supuesto, sabe poco debido a la condición de que
Andorra jugó con un jugador menos durante 94 minutos reales. Poseer el 74% de Las Palmas era anecdótico. Y de los 16 tiros que intentó, solo tres fueron a puerta.
autocrítica
No es la primera vez que esto sucede y tiene razón Pimienta, quien al final del duelo reconoció que tenía que reflexionar en equipo. Y eso es
La Unión Deportiva acumula ya 211 minutos fuera de casa jugando contra 10 jugadores sin conseguir marcar un solo gol. Una estadística que te hace sonrojar y siembra ciertas dudas. El Racing de Santander, en el Sardinero, se quedó con uno menos del 42. El Leganés vio otra tarjeta roja directa en el 16. En Andorra fue incluso antes, en el 2. Y Las Palmas no ganó ni con esos, que tampoco abrieron la lata.
Cierto es que Pimienta echó en falta a su mejor futbolista, Jonathan Viera, que ya debería estar bien de salud para la visita de un Málaga necesitado a Gran Canaria -sábado, 20:00 horas-. Y que su sustituto en Andorra, Óscar Clemente, no tiene ni la mitad de cualidades. pero ten en cuenta
Loren Morón debe ser sinónimo de gol. El marbellí solo ha marcado una vez, y de rebote, desde que llegó a la UD. Ni siquiera es su culpa, porque aquellos que tienen que actuar como anzuelos al mezclarse con él nunca son capaces de plantarlo solo contra el meta enemigo. Es hora de resetear, porque quizás al final de la temporada falten esos puntos que no se ganaron jugando contra rivales en inferioridad numérica.