El investigador y profesor de la ULPGC Mario Monzón (izquierda) y el empresario Néstor Santiago, fundador de Fibras Naturales Canaria. /
investigación aplicada
La empresa Fibras Naturales Canarias, segunda ‘spin-off’ de la ULPGC, utiliza el tallo para diversos usos comerciales
El cambio climático exige a la humanidad buscar soluciones sostenibles para la vida en el planeta y la investigación científica es un paso fundamental para responder a estos cambios.
La empresa Fibras Naturales Canarias es una demostración de “para qué sirve la investigación aplicada” en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), dice Mario Monzón, ingeniero industrial e investigador universitario. “La ULPGC apoya principalmente a empresas de base tecnológica y esta es la segunda aprobada”, recuerda Monzón. El primero es Strategos BioTech, impulsado por los investigadores Ana Wägner y Yeray Brito, del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias (IUIBS).
En este segundo caso, la idea partió del grupo de investigación de Fabricación Integrada y Avanzada de la ULPGC. el cual buscaba potenciar un residuo generado en los bananos y precisamente el rolo o pseudo-tallo. Esta investigación se realizó bajo el auspicio de la Unión Europea en el proyecto Life Baqua coordinado por la ULPGC y tuvo como socios a empresas relacionadas con la alimentación animal o los plásticos industriales.
De este pseudo-tallo se puede extraer la fibra y con ella se pueden crear bolsas, tejidos o piezas biodegradables para la industria del automóvil, entre otras muchas aplicaciones. »
Es un proyecto de economía circular perfecto”, dice Néstor Santiago, el ingeniero que creó la empresa. “La fibra se extrae del pseudotallo del banano” y al hacerlo también se obtiene
«Dos subproductos: pulpa y agua». Los tres elementos, fibra, pulpa y agua, tienen utilidad en diversos sectores comerciales.
Una bolsa biodegradable hecha con fibra extraída del pseudostel del banano. /
Múltiples usos de la fibra
Se puede usar fibra
en el sector textil, también en la industria del embalaje, ya que se pueden producir bolsas biodegradables, y en la industria del automóvil reforzar las piezas de plástico para reducir el uso de este potente contaminante, o cómo
material compuesto en el sector inmobiliario o de ingeniería civil. Por su parte, la pulpa se puede utilizar como aislante acústico o termoaislante ya que se puede compactar. Y también como sustituto de los componentes a fabricar.
alimento para la acuicultura o como
compost Siendo un producto vegetal. Mientras que el agua obtenida en el proceso tiene propiedades fertilizantes. También podría aplicarse como aditivo ignífugo para tejidos o piezas de plástico. “Nuestro proceso industrial tiene la ventaja e innovación de poder obtener dos subproductos útiles al mismo tiempo, por lo que somos capaces de obtener una fibra cero desperdicio”, explica Néstor Santiago.
La fibra natural del plátano “no es una fibra fina como el algodón o el lino”, explica Monzón, pero se puede utilizar para fabricar bolsos, zapatos, alfombras…
como refuerzo para bolsas biodegradables que sustituyen a las de plástico como los que ahora se utilizan en las plantaciones de banano para cubrir las piñas de banano. Y además, si se caen al suelo no tienen ningún efecto negativo ya que son compostables, explica. «Se puede hacer la pulpa de celulosa, que es necesaria para producir billetes, bolsitas de té…, añade el investigador.
Néstor Santiago es quien ahora convierte el fruto de esa investigación en un proyecto emprendedor. “La iniciativa de Néstor sirve si se lleva a la práctica lo que hemos buscado y crea riqueza, que es lo que queremos”, dice.
La oficina de Fibras Naturales Canarias se encuentra en
Parque de las ciencias tecnológicas de Gáldar. Es la «planta piloto» donde se validó el proceso de extracción de fibra en la ULPGC.
“Una vez terminado el proyecto de investigación, se hace un seguimiento para que se lleve a la práctica lo investigado, por eso es tan importante contar con la iniciativa de Néstor”, dice Monzón.
El proyecto de Néstor Santiago es
cuentan con una infraestructura de cinco plantas industriales para extraer la fibra. Uno en Gran Canaria, dos en Tenerife y dos en La Palma, con su personal – generación de empleo local -. En estos momentos la empresa está en proceso de abrir la primera y para ello necesita inversores que la hagan realidad. También es necesario negociar con los productores de banano el suministro de rodillos, que ellos mismos reutilizan.
De momento Fibras Naturales Canarias arranca con varios premios y galardones. Premio Nacional al programa Banco Santanter Explorer, Mejor idea de negocio en el norte de Gran Canaria en 2019, Premio Nacional a la Fundación Más Humano 2021 y el último Premio a la economía sostenible de Canarias en la mención Eco Tecnología de la Caja Fundación de Canarias y Caixa Bank.
tTambién ha despertado el interés de varios países.. Desde India hasta Ecuador o Guinea “interesarse por el proceso industrial, por la tecnología”, porque, aunque en esos lugares también se extrae la fibra, se sigue haciendo “a mano”, explica Mario Monzón. La ventaja de Fibras Naturales Canarias es que aplica “un proceso industrial y los costes son menores”.