Las Palmas de Gran Canaria, 7 jun (EFE).- La madre de la joven Romina Celeste Núñez, asesinada por su marido en Lanzarote el 1 de enero de 2019, no podrá enterrar en Paraguay, su país, al único que queda que recuperados de su hija, porque fueron destruidos por un error, informó el miércoles su abogado.
La abogada Emilia Zaballos dijo a Televisión Canaria que Míriam Rodríguez voló este miércoles a Asunción con el asco de no poder enterrar lo que quedaba de su hija después de que su marido, Raúl Díaz, la matara, quemara su cuerpo, la descuartizara y la arrojara a la mar en varios puntos de Lanzarote.
En concreto, se trata de un trozo de pulmón hallado el 15 de enero de 2019 en la playa de Las Cucharas, dos semanas después de la desaparición de Romina de su domicilio en Costa Teguise, y que fue identificado como parte de su cuerpo mediante pruebas de ADN.
Zaballos le ha confesado ahora a su defendida tras obtener un veredicto de culpabilidad para Raúl Díaz algo que sabía desde hacía tiempo y no quería decirle hasta ahora, para no hundirla más: que esos restos pulmonares habían sido destruidos por un error que atribuyó al juzgado de Arrecife que investigaba el caso, cometidos al ser sustituido por otro el magistrado que inició la investigación.
Según este abogado, el Instituto Médico Forense le ha dado al juez tres meses para consultar a las partes (incluida la familia) qué hacer con esos restos, pero el instructor no ha trasladado esa posición a la acusación y defensa, ni ha respondido y el pulmón fue destruido.
Zaballos destacó que Míriam Rodríguez está muy triste, pues además de esperar que se haga justicia por el asesinato de su hija, quería enterrar lo que quedó de ella en su país natal para velar por ella y completar su luto.
La defensa ya está en contacto con el Instituto de Medicina Legal para intentar que la madre de Romina le entregue las pequeñas muestras de tejido que le extrajeron del pulmón para la prueba de ADN, para que al menos les dé una sepultura simbólica. prórroga EFE
jmr