García Pimienta, sonriente, durante una sesión de trabajo en Barranco Seco. /
fútbol
La UD recuperó los dos últimos empates fuera y luego ganó en casa. Ahora, tras Andorra, aspira a repetir ante el Málaga
En el próximo partido ante el Málaga en Gran Canaria (sábado, 20:00 horas),
la UD se enfrenta a una historia conocida que siempre se resuelve con un desenlace favorable. Como ocurrió en el tramo reciente del calendario, el equipo vuelve a su sitio tras empatar (
tanto el empate 0-0 en Burgos como el Leganés precedieron al del pasado viernes en Andorra) y con la necesidad de ganar para proteger su liderazgo. Y lo cierto es que esta situación habitual parece merecer una respuesta positiva, ya que, en lo que se conoce como medio inglés, la de n
o pierden en casa y luego marcan en casa, los jugadores dirigidos por García Pimienta están comprometiéndose con eficaciacomo demuestran las dos victorias inapelables ante el Lugo (3-0) y la Ponferradina (2-0) que llegaron tras los cuadros anteriores en casa.
En los cálculos para el ascenso directo, y pese a las ya comprimidas diferencias en lo más alto de la tabla, la UD debería seguir como está, aunque se lleve otra victoria como visitante. Así que a pesar de la oportunidad perdida en Andorra con una superioridad numérica durante 88 minutos que no se tradujo en victoria, el optimismo y la confianza se mantienen. De momento, lo que hace falta es un Málaga en decadencia que no gana lejos de La Rosaleda desde agosto.
La UD entró en marzo con sólo tres derrotas y quince victorias en el doble de partidos. Además, adorna sus parámetros con un espectacular palmarés defensivo que le sitúa como el equipo menos goleado de la categoría y hasta seis jornadas consecutivas sin encajar tanto.
Hay que remontarse al 20 de enero para encontrar la última vez que Valles tuvo que recoger un balón del fondo de su portería. Incluso sin consecuencias, como sucedió en el empate 2-1 ante el Mirandés en Siete Palmas. Un mes y medio ya con el marco sellado para consolidar el gobierno de la clasificación y afrontar las jornadas decisivas, que ya se acercan, con ese plus de confianza que aporta este dato inédito en la historia contemporánea de la entidad y que habilita un modelo de Ataque orientado al juego.
Pimienta logró lo que ninguno de sus antecesores logró: la excelencia en ese equilibrio a partir de una táctica en la que se privilegia la posesión y la presencia en campo contrario como la atajada más eficaz.
El mejor apoyo para convalidar los postulados del entrenador viene tanto en el juego como, sobre todo, en los resultados. Y con el ambiente de confianza que se respira, y en el que se relativizan las victorias y las derrotas para evitar los extremos, la dinámica del grupo mantiene niveles de optimismo considerables ahora que el objetivo propuesto en verano está cada vez más cerca. Pepper seguirá sin ser noticia en sus apariciones y tampoco habrá saltos de guión en los jugadores.
Hasta los discursos están medidos para que nada altere a esta UD que sigue cocinando su regreso a Primera División.