La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, aún no ha aprobado el traslado de Salvador Alba a un centro penitenciario de la Península. El exmagistrado, condenado a seis años y medio de prisión por sus maniobras en detrimento de la carrera política y profesional de la actual delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, continúa en el centro penitenciario de Salto del Negro, en Las Palmas de Gran Canaria, a la espera de que concluya el procedimiento que decidirá el destino donde cumplirá la práctica totalidad de su condena.
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Fuentes extraoficiales consultadas por este periódico confirman que solo hay dos posibles destinos sobre la mesa, Estremera (Madrid) o Sevilla 1, y que Alba ha manifestado su preferencia por entrar en la prisión situada a unos 15 kilómetros de la capital hispalense por vínculos familiares . , ya que el exjuez es originario de Baena, en Córdoba.
Tal petición no implica necesariamente que el corrupto exjuez esté cumpliendo su condena en la prisión andaluza. Las fuentes consultadas explican que la decisión corresponde a Instituciones Penitenciarias, que pueden indicar la preferencia del preso en la propuesta de destino, pero deben decidir en función de diversos factores organizativos y de seguridad. La otra opción es la prisión de Estremera en Madrid. Se excluyen el resto de los centros penitenciarios que cuentan con módulos específicos para proteger a este tipo de detenidos (personas que han servido como autoridades relacionadas con la persecución de delitos). Estos son Albocasser (Castellón 2), Lugo (Monterroso) y Logroño.
Alba tuvo la oportunidad de ingresar voluntariamente en una de estas prisiones dentro del plazo establecido. Sin embargo, finalmente acabó haciéndolo en Salto del Negro, Las Palmas de Gran Canaria, el 18 de octubre, el mismo día en que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) había dictado una orden de búsqueda y captura en su contra. no se presentó en el plazo de 24 horas que le fue comunicado el día 13. En ese momento ya sabía que su estancia en el centro penitenciario de Gran Canaria sería cuestión de días o semanas y que su destino final debía estar en la Península.
En Las Palmas I, Alba fue sometida a la preceptiva valoración de la Junta de Tratamiento, órgano que fija el programa individualizado de ejecución de la pena, las prioridades de reinserción y, en este caso concreto, el protocolo de aislamiento frente al resto. la población carcelaria para evitar accidentes, ya que servía de fiscalía. Desde que ingresó a prisión hace 16 días, el exjuez se encuentra en el formulario de ingreso, una sala donde los internos que no cuentan con esa condición suelen permanecer “en dos o tres días” hasta que son trasladados a los llamados módulos residenciales. , dicen las mismas fuentes.
Una vez resuelto el traslado, y según el protocolo establecido, Alba deberá ser conducida por dos agentes de la Policía Nacional en vuelo regular. Aunque las fuentes consultadas indican que la excepcionalidad del caso impide que sea exhaustivo, lo habitual sería que primero fuera trasladado al centro de tránsito situado en Valdemoro, Madrid, y de allí, «uno o dos días después», serían conducidos a su destino final, Estremera o Sevilla 1. Existe otra cárcel de tránsito, la famosa cárcel de Soto del Real, pero que se utiliza como escala cuando los reclusos acaban en un centro penitenciario del norte del país.
Todavía se desconocen los plazos para resolver el traslado del exjuez Alba. “Pueden ser dos, tres, cuatro días…”, dice uno de los entrevistados, quien agrega que, tras la decisión de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, se debe coordinar el operativo, desde buscar vuelos regulares hasta comprobando la disponibilidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (en este caso dos agentes de la Policía Nacional).
Alba, que según las mismas fuentes se ha adaptado bien a la disciplina penitenciaria, se reunió la semana pasada con el director del centro penitenciario de Las Palmas I para tratar su situación, un trámite que es «normal».
El corrupto ex juez logró retrasar su ingreso a prisión en casi un año. A mediados de febrero, cuando faltaba un día para que el TSJC le permitiera ir a prisión, su defensa, encabezada por el abogado Nicolás González-Cuéllar, presentó un memorándum en el que afirmaba que Alba padecía una grave enfermedad que le impedía de viajar en avión. Este requisito llevó al juez a suspender la ejecución de la sentencia. Finalmente, tres médicos forenses (dos de la provincia de Las Palmas y uno de Santa Cruz de Tenerife) establecieron que estos trastornos podían ser tratados en prisión, lo que no constituía impedimento alguno para cumplir la pena.
Tras otros intentos de la defensa de retrasar su ingreso en prisión, el TSJC acabó concediendo a Alba 24 horas el pasado 13 de octubre, cinco días antes de que ingresara en el penal de Salto del Negro. El juzgado canario ya ha declarado, a instancias de Instituciones Penitenciarias, la denominada liquidación de la pena, que establece que la ejecución de la pena de prisión finalizará el 13 de abril de 2029.