Vitolo, dolorido y desplomado, tras la última lesión. /
fútbol americano
Acabó 2022 lesionado y frustrado y con la idea de volver a mediados de enero. Rumbo a febrero, no hay plazos para su regreso a las canchas
En el cúmulo de buenas noticias que ha lanzado esta UD en Primera División se respira la situación que se vive con Vitolo, fichaje estelar del curso tras llegar cedido por el Atlético de Madrid, y que 2023 empezó como acabó 2022: en la enfermería y sin plazos para su regreso a los terrenos de juego.
Llamado a marcar la diferencia al nivel de Jonathan Viera, Vitolo no está ni se espera lidiando con la retahíla de lesiones y diversas dolencias que ha encadenado desde su regreso al club.
Hasta la fecha,
sus números delatan la irrelevancia que está teniendo en el proyecto: siete partidos, ninguno como titular, para un total de 103 minutos, con cero goles en su cuenta y detalles aislados que, en todo caso, resultan del todo insuficientes para las expectativas puestas en él.
Vitolo no juega
desde el pasado 11 de diciembre, cuando se lesionó, sin ningún contacto, en el partido ante el Albacete Jugó en Gran Canaria apenas cinco minutos después de entrar al campo. Tres días después, el club emitió el parte médico: «Sufrió una lesión en el isquiotibial de la pierna derecha. El tiempo aproximado de baja será de unas tres semanas dependiendo de la evolución.
Esas tres semanas previstas ya se han superado y están a punto de duplicarse. Y con la competición ya rozando febrero, las ganas de recuperar la mejor versión del internacional parecen más imposibles que la realidad.
Desde la entidad no hay culpa de Vitolo en cuanto a su trabajo y la predisposición a volver a las órdenes del cuerpo técnico. Pero el factor psicológico es incontrolable y es un enemigo añadido, como el propio paciente reconoció en sus redes sociales tras el último percance: «No voy a dejar de luchar, sobre todo por mis hijos, no quiero irme sin que ellos puedan». vuelve a verme feliz. Las lágrimas y el dolor son inexplicables, nunca me había sentido así»-
García Pimienta, obligado a hacer planes sin él, siempre se refirió a esta situación con extremo tacto y comprensiónno. En las pocas ocasiones que ha conseguido fusilar al delantero ha dosificado al máximo sus apariciones para evitar mayores riesgos. Y en referencia a los micrófonos sobre Vitolo, ánimos, valoraciones constructivas y buenos deseos para darle refuerzos morales,
Pero el calendario no espera a nadie. El canterano tuvo que hacer importantes renuncias para volver por su afán de ser protagonista y ayudar al ascenso a Primera División. Su tercera etapa también tuvo sabor a revancha personal, tras aquellos meses de 2017 en los que, como ahora, las lesiones le impidieron despegar.
Un futuro complejo
Cuando la UD anunció la llegada de Vitolo a mediados de julio, se especuló con que, pese a estar cedido y tener contrato con el Atlético de Madrid hasta 2024, sería un partido fuera de casa sin billete de vuelta, con la ‘opción de que, en en caso de promoción, su compra puede realizarse en condiciones ventajosas.
Vitolo no cuenta para el futuro del Atlético y, a sus 33 años y fuera del mapa por continuos problemas físicos, también duda de que, dadas las circunstancias, Las Palmas quiera hacerse con esta operación en verano. En un futbolista que ha vivido y prosperado gracias a su explosividad, velocidad y capacidad de desborde, las señales actuales no pueden ser más alarmantes.